La policía de Bangladesh detuvo el pasado domingo a un funcionario de una fábrica textil por la muerte de un niño de 10 años que trabajaba en las instalaciones.
El menor murió en el hospital después de que varios trabajadores le insertaran en el recto una boquilla de una manguera de alta presión para inyectar aire, según reportaron los medios de comunicación locales y recogió la cadena BBC.
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