
"Eugenia Cooney tiene un serio problema médico y necesita que la ayuden". Con esta contundencia arranca la carta, en Change.org, dirigida a YouTube para solicitar el cierre temporal del canal de esta joven influencer estadounidense, cuya delgadez extrema ha llevado a pensar a algunos de sus seguidores que padece anorexia.
"Puede que no ejerza una influencia consciente sobre su público, pero mostrar más del 50% de su cuerpo en sus vídeos y fotos no ayuda a las chicas con anorexia o cualquier otro trastorno de la alimentación", reza la petición. Y es que Cooney es toda una celebridad. Más de 850.000 jóvenes siguen sus aventuras y desventuras en la red de videoblogging, y casi 400.000 examinan cada día al detalle sus fotos en Instagram.
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